Si Ud entra a cualquier red social, enciende cualquier TV o radio o abre cualquier periódico habrá un tema presente en todos: las elecciones. No voy a hablar de mis preferencias porque ya las conocen. Tampoco voy a tratar de convencer a nadie porque los hechos de días recientes hablar por sí solos. Lo que me preocupa es esa manía de insultar a quienes no piensan como nosotros, a los simpatizantes de otros partidos.
No estoy en contra de criticar a los políticos en sí, al fin y al cabo ellos saben porqué se metieron a eso y somos nosotros quienes les pagamos su sueldo. Que ellos después se vayan aprovechando, es una falta de respeto al pueblo que los puso ahí y debe hacerse justicia.
Sin embargo, los simpatizantes en muchas ocasiones ponen la esperanza de un futuro mejor en los políticos; esperan así un mejor El Salvador, un lugar donde su familia pueda vivir mejor, un lugar de oportunidades para todos. ¿Suena conocido? Pues sí, es lo mismo que espero yo, lo mismo que espera la gran mayoría de hombres y mujeres de nuestro país.
Es decir, el objetivo que tenemos es el mismo, lo que cambia es la persona o ideología en que ponemos nuestra fe para cumplir dicho objetivo.
Respetemos pues a nuestros compatriotas que quieren lo mismo, y exijamos a los políticos, independientemente del partido al que pertenezcan, que hagan bien su trabajo.