Al final, sólo se trata de vivir

Hay una canción de Lito Nebbia que comienza así : Dicen que viajando se fortalece el corazón... pues bien, resulta que necesito un viaje. Y es que el último ciclo fue totalmente desgastante, y no me refiero a lo académico, pues ya antes había hablado de cómo había terminado. Me refiero a todo lo que ha pasado, las nuevas responsabilidades, nuevos amigos, el extrañar a los antiguos que ya no puedo ver tanto, nuevas costumbres y, no podía faltar, nuevos golpes al corazón. Además esta lo de la Jornada, que nunca me imaginé que podría venir a representar tantas cosas, tantos nuevos caminos... En fin, siento débil el corazón. Y más ahora que, más o menos dentro de una semana, se cumplirán tres años desde que uno de los mejores amigos que he tenido se fue para el norte y recuerdo que al irse me prometió un viaje, una viaje largo. Y de veras que lo necesito, una viaje con los amigos en una mañana nublada pero sin lluvia.
No es raro que termine un ciclo con el corazón tan débil. Me pasa siempre. Por lo general es por la loca de la casa que no me deja tranquilo hasta que escribo lo que me dicta. Pero este año ha sido la diferencia pues he escrito como nunca antes. Si no fuera por eso, quien sabe. ¿O será que eso mismo ha colaborado a debilitarme? O quizás es como dice Nebbia en su canción, que necesito nuevos caminos para olvidar el anterior,

ojalá que esto pronto suceda,
así podrá descansar mi pena,
hasta la próxima vez.
Seguro que al rato estaré volando,
inventando otra esperanza,
para volver a vivir.