28 de octubre de 2010

La casa de mis abuelos

Si UD es observador y visitante frecuente de este espacio, probablemente notó que durante este mes del niño han habido diversas entradas dedicadas a ellos, a esos locos bajitos. El día de hoy quisiera cerrar con una entrada bastante significativa para mi, pues involucra a mi abuelo. Como lo decía en el post anterior, existen en nuestras memorias recuerdos random que se han apoderado de algún lugar aquí adentro. Quizás sean personas, hechos o lugares. El de ahora es un lugar, la casa donde creció mi madre y mis tíos, la casa ahora descuidada por el paso de los años, la casa de mis abuelos.
Fue construida de a poco, rodeada por árboles y de vistas, detalles que están ahí formando parte de algo más que ladrillos, cemento y pintura. Me recuerdo correteando de un lado a otro, saludar a mi abuelo, correr por la orilla de la pequeña piscina, ver algún partido de domingo y comer, sobre todo comer.
Desde el techo, con buenos ojos, se puede ver hasta el Centro, Catedral y un poco más allá.
Cuando regreso a ella, quiero y no quiero. Está tan llena de ecos, de telarañas, de cosas que se quedaron sin dueño, pero sobre todo esta llena de recuerdos y, lo triste, de recuerdos felices que ya no volverán.

1 leyeron y piden la palabra:

Calila dijo...

Entiendo perfectamente esa sensación, esos recuerdos que nos hacen felices por un lado, pero que además por el otro, nos "recuerdan" eso que ya no tenemos.
Ultimamente me han dicho que tengo la capacidad de ver siempre el lado buena de las cosas, y bueno en este caso no es la excepción, prefiero tener esos recuerdos porque me dan fuerza de seguir, me energizan, exactamente por qué, no sé, pero llenan de calor mi corazón. Apoderate tu tambien de ese calor!
Viva la casa del abuelo!