16 de septiembre de 2011

Soñar es poder

Dice un dicho popular "Querer es poder", lo cuál es cierto. A diario vemos o escuchamos sobre personas que con poco o muy poco logran salir adelante. Quizás UD que me lee sea uno de ellos.
Hace poco vi "The Pursuit of Happyness" y me puse a pensar en todas esas personas que, a base de trabajo, alcanzan sus sueños; es decir, no solamente 'quieren' las cosas, las han soñado previamente y luchan por alcanzarlas.
No todas las personas que alcanzan sus metas han vivido por años con la idea en la cabeza, quizás existió un pensamiento primitivo, algún recuerdo que poco a poco fue evolucionando. En mi caso, siempre supe que quería ser un profesional, pero en un principio no sabía qué tipo de profesional. Fue una idea que maduró en el transcurso de los años, incluso hubieron cambios de dirección.
Para mí es importante el 'querer' las cosas, eso permite el logro de los objetivos personales; pero sólo las personas que han soñado algo lograran objetivos aún más difíciles, casi imposibles, ¡porque en los sueños todo puede suceder!
Pero no nos quedemos en lo fantástico: piensen en sus vidas, en lo que querían ser hace unos 8 años. Ahora bien, al ver sus vidas actuales, ¿distan mucho de aquello que imaginaron hace tantos años? Sí es así, ¿cuáles fueron las razones de la desviación? 
Sé que los cambios de la vida son bruscos y obligan a desviaciones drásticas en muchas ocasiones, pero eso no implica que sea válido dejar de pelear en la vida.
Por ejemplo, a muchos les pareció gracioso el comentario de uno de los miembros de la Selección de fútbol playa de mi país al hacer referencia que llegarían hasta el final del último Mundial. Sin embargo lo lograron, hicieron el campeonato completo y quedaron entre las mejores 4 del mundo. A eso me refiero con que soñar es poder.

7 de septiembre de 2011

Mi derecho a exigir

No me considero un cliente estricto o exigente, simplemente me gusta recibir lo que se me ha prometido. Cuando esto no sucede, me considero con la obligación de "tomar acción", no quedarme callado.
Tomando lo anterior en cuenta, procedo a relatares lo que sucedió el viernes por la noche:
7:50 pm - Ya que estaba jugando la Selección decidimos con mi familia pedir una pizza.
8: 20 pm - Había pasado media hora, de acuerdo a las políticas de la empresa, recibiríamos nuestra orden gratis.
8:30 - Aún no llegaba nuestra orden. Salimos a la calle a esperar, luego hablamos. De acuerdo a la operadora, el repartidor estaba ya estaba en la zona.
8:50 pm - De nuevo hablamos, supuestamente el repartidor se había perdido; pronto llegaría, nos prometieron.
9:00 pm - De improviso tocó hacer cena, ya no esperaríamos nada más.
9:50 pm - Tocan a la puerta, es el repartidor. No fui de la opinión de recibir el pedido, pero salieron con que pobrecito el muchacho, vino hasta acá... Por cierto, él justifico que le acababan de dar el pedido. Curioso si hace una hora nos habían dicho que él "ya estaba en la zona". Dieron una orden adicional de "palitroques" por la tardanza.

Uno puede tocar varios puntos acá que ocasionan la insatisfacción del cliente: Tardanza en el servicio, mala información, contradicciones entre los empleados... Pero lo que importa es saber que como clientes tenemos obligaciones y derechos. Si cumplimos las primeras podemos exigir las segundas. El problema es que no exigimos.
Creo que del mal servicio de muchas empresas, la culpa la tenemos nosotros por permitir que sean así.
Sí fuéramos un poco mas exigentes y prefiriéramos a las empresa que prestan un mejor servicio, seguro estas tendrían que acomodarse a esta exigencia. Para el caso que les comento: considero que estaba en la libertad de no recibir el producto, pero alguien en mi casa lo hizo, permitiendo que nuestros derechos fueran atropellados.
Quizás parezca que estoy haciendo berrinche por algo tan insignificante, pero es de ponerse a pensar cuántas veces caemos en esto. No es poco, créanme.