28 de febrero de 2011

Sobre el transporte público en el país

El tema de estos días en mi país ha sido el del transporte público. Si UD aún no ha viajado en un autobus de cualquier ruta seguro no ama la vida como la gran mayoría de salvadoreños. El servicio se malísimo: los empleados tratan mal al usuario, el estado de los vehículos es un desastre, no hay seguridad, los motoristas no están conscientes de la responsabilidad que tienen tras el volante, por decir algunas cosas. El colmo de males es que los dueños de las unidades reciben un subsidio por parte del Gobierno "por los latos precios de la gasolina", subsidio que viene, no puede ser de otro lado, del bolsillo mismo del pueblo.
No voy a andar con vueltas: trágicos accidentes provocados por estar reliquias le han quitado la vida a muchos hermanos.
¿Sabían UDs que las líneas en realidad pertenecen al Estado? Pues sí, por eso se llama transporte público y, sí no me equivoco, es a través del Viceministerio de Transporte que se otorgan los permisos a los dueños de los buses. Desconozco cuales son los mecanismos para otorgar los permisos, pero es un hecho que dichos mecanismos no son los adecuados. Creo que estas líneas deberían ser licitadas, tal como muchos servicios de los que hace uso el Gobierno (quizás no me lo van a creer pero en ciertas entidades licitan el servicio de limpieza y de cocina). Esto generaría competencia en el sector, pero no se la competencia que causa accidentes, sino competencia en la calidad del servicio.
En países como Guatemala el servicio cuesta un poquito más  de la mitad de lo que cuesta aquí y es mucho más cómo y ordenado. En Honduras  la calidad del servicio depende de la zona, pero aún así la cuestión no es tan grave como acá. En Belice es un gusto, a pesar de no contar con unidades nuevas las tienen en buen estado.
En fin, no es utópico tener un sistema de transporte público de calidad. ¿El problema? Bueno:

17 de febrero de 2011

El adiós a una gran bloguera

Esta tarde me he enterado, por medio de un RT de Vagabundia, sobre el fallecimiento de Rosa Torre. Quizás de entrada no les suene el nombre, pero ella es una de las personas a quienes debo agradecer la apariencia decente de este blog. Y más que eso: con su escaparate ayudó a tantas personas a sentirle más gusto al mundo blogger, inspirando y enseñando. Por otros lados me he enterado de algunos detalles más sobre lo sucedido, como en el blog de Malina.
Revisando su blog es fácil darse cuenta del gran calor humano de Rosa, respondiendo a cada duda o publicando ideas interesantes. Eso sin tomar en cuenta la cantidad de correos que respondía (a mí siempre me ayudó con gran paciencia).
Desconozco mayor detalle del asunto, aunque ya ha sido confirmado, y en serio que me da tristeza. El mejor homenaje será seguir viviendo bajo su ejemplo. Adiós Rosa!

2 de febrero de 2011

Un mala decisión

Antes me gustaba ver la vida como un enorme camino largo lleno de obstáculos y ciertas alegrías. Ahora prefiero verla como un enorme camino lleno de desvíos, entradas y salidas, atajos y alternativas. Es decir, nuestro día a día está lleno de decisiones constantes y esto nos lleva a otras bifurcaciones.
Claro, hay decisiones más importantes que otras: no es lo mismo elegir la camisa que me pondré un día 'X' a decidirme por un cambio de trabajo.
Recuerdo, hace unos 7 u 8 años, cuando me encontraba en una típica encrucijada adolescente: chica A o chica B. A esa edad uno tiende a enredarse por todos los medios posibles y al intentar salirse se enreda más.
Tomé, pues, mi decisión y, a los días, me di cuenta que había cometido un error, para hacerle honor a la frase "uno de cipote es tonto". Quise enmendar el camino pero ya era muy tarde.
Lo curioso del asunto es que con el paso del tiempo el destino ha venido a embarrarme en la cara la mala decisión que tomé: la señorita en cuestión, que también tomó sus propias decisiones, tenía una relación bastante estable, estudiaba una bonita carrera , se habia acercado a Dios y seguía siempre con su familia.
Y cada 31 de enero, el recuerdo viene y me asalta y asi fue este año. Lo bueno es que se los comento ahora ya que febrero es un mes chiquito pero con el poder suficiente para exorcizarlo a uno de sus demonios internos. Cuidado con las decisiones.