Leía el otro día una conversación en el Twitter (#elmetido) sobre el cuidado que se debe tener con las noticias que se den a conocer en medios de alcance público, como el Twitter mismo, en especial por la situación de violencia que se vive actualmente en nuestro país. Por ejemplo, si secuestran un bus y alguien lo da a conocer en el Facebook. La discusión estaba en si es aceptable o no propagar la noticia, si era responsable, por la misma psicosis.
Creo que cada quien es responsable de lo que escribe, pero también es responsable en buena parte quien lee. Si alguien publica sobre el cierre de una calle, yo debo preguntarle su fuente y qué tan confiable es antes de comunicar el asunto a otras personas y, al hacer esto último, debo estar consciente de a quienes se lo estoy comunicando y cómo hacerlo para no provocar alarma.
Hace algunos día escribí un tweet relacionado al apagón que se dio un domingo de estos. Era un chiste. Sin embargo, muchas personas me preguntaron por mi fuente, lo cuál me pareció bastante inteligente.
Pienso que una noticia de estas, de ser cierta y bien transmitida, puede salvar vidas. Caso contrario crea caos, si no recuerden aquel lunes negro en que las pandillas saldrían a tomarse las calles. Yo no lo creí pero personas cercanas a mi si lo hicieron y al final me tocó vivir el asunto en el peor de los momentos (atravesar desde la UES hasta mi casa a las 6 de la tarde, manejando sobre la 25).
Así que sean inteligentes, corroboren la fuente de un rumor antes de tomarlo como noticia y, de ser cierto, cuentenlo únicamente a personas que sí les afectan. Vivimos en tiempos muy difíciles, no empeoremos el asunto.