12 de noviembre de 2009

Dolor ajeno (propiamente ajeno)

El lunes me partiste el corazón. Y es que me dio un no se qué acá en el pecho cuando te vi, medio despierta medio dormida. Pero te comprendo, yo pasé por lo mismo. Aunque, por supuesto, yo nunca puse el empeño que vos ponés, esa pasión, ese compromiso. No, yo no. Por eso te admiro y, quizás por eso mismo, sentí eso en mi pecho. Me dieron ganas de ir a donde vos y ofrecerte mi ayuda, que no es la gran cosa, pero al menos no me hubiera sentido como inútil al verte ahí, apenas presente. Pasé por lo mismo, como te digo, conozco la presión. Sentís cómo pasan los días, las horas y no avanzas. Y le trabajo aumentó. Y así, hasta que llega, por fin, diciembre. Y no quiero que llegue diciembre: ya no te veré cuando llegue. Pero eso no importa, porque, al menos, ya no te veré a medio gas, apenas presente...

*Favor leer y no buscarle cuatro patas al gato. De veras.

1 leyeron y piden la palabra:

Wendy Q. dijo...

animo! :)