No tengo cara de "mañoso"

Iba tranquilamente, un día de estos, en una coaster para mi casa. Iba pensando en pajaritos preñados, para variar.

De pronto, un policía le hace alto a la coaster. El vehiculo se detiene. Sin mediar palabra ni con el motorista ni con el cobrador, se introduce en él. Con la mano lista sobre su arma se dirige al fondo. Fija su mirada en el único individuo que esta ahí. Al estar cerca le hace preguntas. Se acerca un poco mas, le registra el bolsón. Se siente un ambiente tenso, nadie se atreve a mirar hacia atrás, solamente yo, de reojo. La gente intenta, inútilmente, de fingir calma. Pasa el tiempo, las preguntas siguen, el registro también.

Al parecer no le encuentra nada, ni en sus palabras ni en sus cosas, pero interroga a otro tipo que venía ahí y luego a otro y luego a otro, interroga a todos los hombres.

Poco a poco se acerca mi, que voy por la entrada. Sin embargo, cuando por fin llega, sólo me mira, hace un par de preguntas a algunos tipos y se baja, de nuevo sin mediar palabra.

Cuando la coaster se puso en movimiento, me hice dos preguntas. Primero, me entró curiosidad por qué el policía no me preguntó nada, cuando, incluso, interrogó a un tipo que iba con uniforme de enfermero. No tengo cara de mañoso, asumo. La otra pregunta fue ¿qué andaba buscando? Casi todos lo días uso la misma ruta y jamás había visto algo así. Más tarde me enteré que 13 reos se habían fugado de un centro judicial.

Para ambas preguntas llegué a la misma conclusión: desconfían de los que no deberían.

* Gracias a Virginia, a Lucho y a Mauxito por la ayuda prestada en la escritura de este post.